Osteopatía

La osteopatía se basa en la perfección de la obra de la naturaleza. Cuando todas las partes del cuerpo están alineadas, gozamos de salud. Cuando no lo están, el efecto es la enfermedad. Cuando se reajustan las partes, la enfermedad cede paso a la salud.

La labor del Osteópata estriba en ajustar el cuerpo para que pase de la situación anormal a la normal; así, los estados anormales ceden paso a los normales y la salud es consecuencia del estado normal”

Andrew Taylor Still – Padre de la Osteopatía

El dolor como señal

¿Tienes sensación de pesadez en la cabeza, mareos frecuentes, espalda cargada, rigidez de cuello, tensión en zona lumbar, cosquilleo en las extremidades…?  ¡Estas señales son invitaciones a parar y una oportunidad para que te pongas en buenas manos!

¿TE IMAGINAS tu día a día sin estas molestias?

Son señales de alarma de nuestro cuerpo, que nos anima a tomar medidas.  ¡Ponte las pilas!

Es cierto que el origen de esa molestia, tiene un componente físico y para ello utilizamos la Osteopatía, pero en Cuerpo y Alma… ¡Vamos más allá!

Somos especialistas en detectar si existe un componente emocional.

¿Las emociones se experimentan en el cuerpo?

Cuando sentimos angustia parece que el pecho nos oprime, la alegría nos hace sentir ligeros, el miedo nos revuelve el estómago, la preocupación nos hace no dormir,  la indecisión nos provoca dolor de cabeza, el nerviosismo extremo nos hace apretar los dientes durante el sueño…

¡Y SI! Ese dolor también tiene causa emocional y lo tenemos en cuenta en nuestra manera de trabajar para poder aliviarte y libertarte, ya que en ocasiones es habitual en tu vida.

¿TE IMAGINAS tu día a día reduciendo la angustia, el nerviosismo, ese malestar constante...?

¡Eso es lo que hacemos  en Cuerpo y Alma   a través de nuestras manos!  

¿Qué conseguirás?

  • Liberación del dolor y mejora de tu bienestar

  • Mejora en la calidad de tus movimientos diarios

  • Pautas y propuestas como complemento al trabajo en la sesión

  • Confianza y Profesionalidad para ponerte en nuestras manos